La mafia quiso asesinar
a Trudeau por sus lazos
con Fidel Castro

Montreal.- En 1974 la mafia "me dio como trabajo asesinar a Pierre Trudeau", afirma Mike Craft, un estadounidense con un pasado de delincuencia y también de informador policial, según el diario Star de Toronto.
El Star publica este jueves una entrevista con Craft, en la cual se afirma que en el verano de 1974 la mafia de Nueva York le dio un contrato para asesinar al entonces primer ministro canadiense Pierre Trudeau.
Craft, quien se define como un "jugador degenerado" y "bebedor empedernido", afirma que en 1974 la mafia neoyorquina "me dio el trabajo de matar a Pierre Trudeau. Yo estoy contento de no haberlo hecho".
Las "revelaciones" de Craft no fueron corroboradas por otras fuentes, y aunque contienen elementos ya conocidos, como los complots de la mafia para asesinar a Fidel Castro, hay lugar a ciertas dudas por la cronología.
En 1974, por ejemplo, Trudeau no tenía aun una relación personal directa con Castro, que se forjó a partir de la visita de ex primer ministro canadiense a Cuba, en 1976, ni tampoco fue en 1974 que Trudeau tomó algunas medidas para bajar el nivel amistoso de las relaciones con Cuba.
Pero en la versión publicada por el Star, Craft afirma que salió a contar esta "sorprendente" historia porque es la única persona que sigue en vida, salvo Fidel Castro.
El plan de asesinato de Pierre Elliott Trudeau consistía en "tirarle a los ojos y matarlo instantáneamente".
En la entrevista Craft afirma que debía asesinar a Trudeau por la cercanía que el entonces primer ministro canadiense tenía con el dirigente cubano Fidel Castro, y porque Canadá mantenía lazos comerciales con Cuba a pesar del embargo estadounidense.
Según Craft la mafia "puso precio" a la cabeza del primer ministro canadiense porque "ellos pensaban que si matamos a Trudeau podremos matar a Castro" si el líder cubano viene a Canadá para asistir a los funerales de su amigo canadiense.
Según el Star, Craft afirma que el mafioso estadounidense Meyer Lanski detestaba a Castro porque había expulsado la mafia de Cuba y cerrado los casinos en 1959.
Craft declaró que fue escogido para llevar a cabo este "contrato" por su habilidad para disparar con un fusil, y porque había crecido en el sudeste de Québec, no lejos de la frontera con Estados Unidos.
Dijo al Star que trabajó solo en este "contrato" entre agosto y septiembre de 1974, y que transportaba sus armas en un saco de golf.
El asesinato debía ser ejecutado durante "una de las frecuentes apariciones publicas" de Trudeau en Montreal.
Agregó que había previsto instalarse a una buena distancia y utilizar un trípode para estabilizar su fusil, y que para escapar disponía de una serie de automóviles distribuidos entre Montreal y la frontera estadunidense.
El complot nunca fue ejecutado porque, según Craft, fue llamado de vuelta a Estados Unidos a mediados de septiembre de 1974, añadiendo que siempre ignoró por qué razón el plan abortó.
El diario canadiense cita al escritor Antonio Nicaso de Toronto, especializado en la historia de la mafia, quien afirma que Lanski estaba furioso contra Fidel Castro porque había perdido los casinos en Cuba, donde "lavaba" el dinero de la mafia.
Lanski "perdió una buena parte de su riqueza y estaba mas furioso que un perro rabioso", según Nicaso, quien estima como posible que la mafia haya querido asesinar a Trudeau para poder atacar a Fidel Castro.
Pero Nicaso recuerda que la mafia neoyorquina tenía en Canadá, y particularmente en Montreal y Toronto, importantes aliados locales en el crimen organizado dirigido por Paolo Violi o Vic Cotroni.
Sobre la credibilidad de Craft el Star cita a Lisa Robert Lewis, redactora de la publicación Troy Record del estados de Nueva York, quien confirmó que Craft "tenía sus entradas" en el mundo de la mafia y colaboró como informante con la publicación en varios casos de corrupción policial.
La señora Lewis dijo que todo el personal de Troy Records había observado "hasta que punto (Craft) tenía un conocimiento profundo del crimen organizado".
El Star cita a Lewis afirmando que se habían basado en Craft para redactar la carta sobre la mafia que en 2003 enviaron al Senador Charles E. Schumer cuando este llevó a cabo las audiencias públicas sobre el crimen organizado y citó a Craft como testigo.
Craft dijo al diario canadiense que "amaba a Canadá" y que consideraba a Trudeau como un "primer ministro fuerte", pero que eso "no me habría impedido de matarlo".
"Habrá ciertamente mucha gente en Toronto y Ottawa que dirán: "Dios mío, este personaje es un sociopata", pero es falso. Yo no tenía nada en contra de Trudeau. Pero si no lo mataba, ellos me habrían matado. Y si yo no asesinaba al señor Trudeau, algún otro lo hubiera hecho y de paso me habrían asesinado a mi".
Agregó que los trabajos con la mafia le reportaron "buenos salarios", que robaba en los depósitos (en Canadá) y hacia pasar ilegalmente (hacia Estados Unidos) las mercaderías robadas.
El dinero proveniente de esos robos era invertido en bares de la región de Albany, en el estado de Nueva York, donde tenía como amigo al mafioso Paul (Legs) Di Cocco, asociado del clan mafioso Galanti-Cotroni.